Ascensión Gómez
Nacida en Salamanca, llegó a nuestro barrio en el año 1973. Decidió quedarse y sus restos descansan en San Antón, por el que tanto luchó para convertirlo en lugar donde la vecindad pudiera disfrutar de la Romería y de relaciones afectuosas y solidarias. Entregada a los demás a cualquier hora del día, Ascensión era una mujer delgada y “moderna” para su edad. Llena de valores humanos y solidarios. Fue religiosa de clausura, pero renunció al convento y se dedicó en cuerpo y alma a insertarse entre la gente siguiendo su referente, «el mensaje de Jesús”, de ahí su entrega desinteresada a los más necesitados. En el Palo era amiga y protectora de jóvenes marginados y trabajó contra los peligros de las drogas.
En las Cuevas, donde vivió, se entregó para mejorar esta zona del barrio y luchó contra las injusticias del muro que separaba las humildes casas de Las Cuevas de los chalets de Miraflores. Toda la barriada conocía a Ascensión por su compromiso con la Asociación de Vecinos, en la que llegó a ser vicepresidenta. No hay un espacio escolar, sanitario, cultural, de plazas y otros equipamientos que se consiguiera en nuestro barrio entre los años 1970 y 2000 que no cuente con la presencia y el esfuerzo de Ascensión, siempre comprometida con la mejora del barrio y las personas más desfavorecidas. Siempre se mostró humilde, sencilla, vital y amorosa con la gente y el barrio. Desde el año 2020 cuenta con una plaza y placa en los jardines de Playa Virginia promovida por el barrio y reconocida por el ayuntamiento.